MEDITAR

Meditar es algo muy básico. La meditación digamos formal –dentro de la variedad de formas que existen-  consiste básicamente en sentarse, con los ojos cerrados o abiertos, en una posición erguida, estable y flexible, sin hacer nada más que ser conscientes de la postura y la respiración, dándonos cuenta de lo que ocurre por dentro (pensamientos, emociones, sensaciones), además de lo que percibimos del exterior, como los sonidos, la temperatura y la luz. Todo ello, en una actitud de soltar lo que aparece, sin aferrarnos a nada, manteniéndonos abiertos. Esta doble cualidad de atender lo que surge y soltarlo es una característica principal de la meditación.

Por todo ello, meditar supone una práctica de pura presencia y pura consciencia que va en contra de la tendencia habitual de todos nosotros, que consiste en intervenir, juzgar, valorar, distraernos… y otras formas de evitar y empañar nuestra experiencia.  Así pues, meditar en su esencia es algo muy básico que puede resultar bastante difícil; es asimismo algo  lleno de sentido, un verdadero reto: uno se pone ahí, a entrenar la capacidad natural de estar abierto y calmar la mente, entreviendo por momentos los destellos del propio ser fundamental y profundo. Esto no sería posible, y sería un sufrimiento, sin un poco de sentido del humor (de ligereza y suavidad) y de espíritu amigable para con nosotros mismos.

• Dejo aquí unas recomendaciones bibliográficas, los tres libros son de Pema Chödrön:
“Cuando todo se derrumba” (Ed. Gaia)
“Comienza donde estás” (Ed. Gaia)
“Los lugares que te asustan” (Ed. Oniro)

• Y un video sencillo que enseña cómo meditar en un minuto